Tras ir a casa de su cita, esta colombiana supo en todo momento lo que acabaría pasando, así que se fue quitando la ropa y preparándose para el polvete que estaba a punto de suceder. La morena pronto se puso a cuatro patas, que es la postura con la que más disfruta y como no, el chico no tardó en metérsela y en disfrutar de su coño latino en un polvazo que acabó con la cara de la jovencita cubierta de su lefa.
